Hace ya más de uno año desde que el Covid-19 se coló en el mundo para cambiarnos la vida. Todo se paralizó durante varios meses y nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarnos cambiaron por completo. Más tarde, por suerte, llegaron las vacunas para enfrentarnos a esta pandemia más protegidos. El proceso de vacunación continúa en todo el mundo, pero, mientras nosotros intentamos recuperar la normalidad, el virus sigue expandiéndose y mutando. Así surge el nuevo concepto del que todo el mundo habla: la variante Ómicron. Pero, ante tal escenario ¿Cómo podemos seguir protegiéndonos?
Desde Centro de Diagnóstico nos gustaría mandar un mensaje de prevención a toda la sociedad para que no baje la guardia sobre la pandemia. Los países menos desarrollados siguen esperando vacunas y el virus no puede parar de circular y mutar en esas variantes. Unas variantes que se desconoce si pueden llegar o no a sortear la inmunidad que ofrece la propia vacuna. Es necesario poner en valor la responsabilidad de cuidarnos y vacunarnos.
LA IMPORTANCIA DE VACUNARSE FRENTE AL COVID
Las vacunas han sido a lo largo de toda la historia de la humanidad las mejores armas de prevención ante complicadas enfermedades. En el caso del Covid-19 no sucede diferente. La vacuna es el resultado de una importante y rigurosa investigación que se ha llevado a cabo en un tiempo récord. Sin embargo, ese corto periodo de desarrollo no significa que no sea segura. De hecho, tiene el aval de multitud de profesionales, administraciones, agencias reguladoras y un largo etcétera.
La vacunación es el camino más rápido hacia el final de la pandemia y no tiene únicamente efecto sobre el Covid, sino que todo el sistema sanitario podrá tomarse un respiro para continuar haciendo su trabajo frente a otras enfermedades. Aunque vacunarse del Covid 19 sea un hecho individual, es un verdadero acto solidario en consonancia de una estrategia global para acabar con el virus.
Los más pequeños han sido los que recientemente se han unido al plan de vacunación en España, donde también se está empezando a autorizar la tercera dosis a diferentes grupos de edad. El objetivo es lograr inmunizar al mayor número de personas posibles para que dicha inmunización cierre el paso al virus y a sus posibilidades de mutación. Una vez hemos comprendido la importancia de vacunarse, hay otras cosas que se deben mantener.
Hablamos de medidas que están en nuestras manos, como el uso de la mascarilla en lugares cerrados y el continuo lavado de manos. Aunque estemos en una fase diferente de esta pandemia a la que vivimos el año pasado, las medidas de prevención deben tenerse siempre en cuenta. Actualmente, las autoridades no exigen que los usuarios lleven mascarilla al aire libre, sin embargo, es altamente recomendable llevarla si hay aglomeración de gente.
En interiores es adecuado mantenerla puesta siempre que se pueda y guardar la distancia con el resto de personas. Aunque siempre será lo más recomendado evitar los lugares poco ventilados donde se concentren numerosos grupos de gente. Las grandes reuniones sociales siempre serán más propensas a contagios que los grupos pequeños en lugares con buena ventilación.
Lo de lavarse las manos puede que parezca algo simple, pero es una maniobra de prevención eficaz. Si nos lavamos las manos varias veces al día estaremos eliminando todos esos microbios con los que tenemos contacto a diario. Pero es importante lavar las manos bien, con agua, jabón y frotando unos segundos. Además de esto, por las bacterias que pudieran quedar en nuestras manos, es un buen consejo evitar tocarse los ojos o la boca.
UNAS NAVIDADES SEGURAS
Hemos recorrido un gran camino contra el virus, pero todavía queda camino. El mundo está atravesando otra dura ola fruto de la última variante más contagiosa. Además, coincide con las celebraciones navideñas donde son muchas las personas que esperan reencontrarse con familiares y amigos. Otro año más, las Navidades serán diferentes, pero igualmente hay que seguir cuidándose.
Como ya hemos dicho, las grandes reuniones de gente no son la mejor idea, sobre todo si en ellas se incluyen personas vulnerables al virus como personas mayores o enfermas. Pero si se decide realizar un encuentro, aunque sea con menos gente, la opción de realizarse un test justo antes de la reunión es una posibilidad. Un test de antígenos como los que se pueden adquirir en las farmacias puedan darnos la garantía de que, en el momento de encontrarse, no contagiaremos el virus. Ahí reside la importancia de hacérselo el mismo día en el que vayamos a encontrarnos con nuestros familiares.
En cualquier caso, la realidad es que no hay que bajar la guardia. Sigamos cuidándonos todos, porque así estaremos contribuyendo a cuidar a los demás.